Vistas de página en total

domingo, 10 de mayo de 2015

¿A QUIÉN NO PUEDO VOTAR? CAPÍTULO 4. EH BILDU. LA CORRUPCIÓN MORAL.

En la Izquierda Abertzale se han acabado los disfraces de corderos. Gracias a la Ley de Partidos, en 2003 se ilegalizó Herri Batasuna por su apoyo al terrorismo de ETA. Los capos de la mafia vasca tuvieron que estrujarse las meninges para inventarse nuevas siglas. Una a una, fueron puestas fuera de la ley y Batasunilandia se quedó sin las subvenciones que el Estado Opresor les daba para financiar sus actividades. Junto al estrangulamiento económico, la acción policial acabó derrotando a los pistoleros. En 2011, ETA dejó de asesinar. Esta vez parece que va en serio. La nueva hornada de políticos que respaldan las siglas EH BILDU parecen descontaminados, gracias en parte al soporte de Eusko Alkartasuna y Alternativa. Para que este Cuento Terrorífico tenga un final feliz faltan algunos detalles: la disolución de ETA, la entrega de las armas y la aceptación de un Relato que no suponga un insulto a las víctimas del terrorismo. EH Bildu sigue empeñado en demostrar que en Euskadi hay un conflicto en el que ETA defiende los derechos de una Patria sometida al yugo y las flechas de Franco. Para ellos, la historia es de goma y se adapta a sus mentiras. Parece que en la Guerra Civil los fascistas sólo fusilaron gudaris con txapela a medio lao.
¿CORRUPCIÓN CERO?
Larraitz Ugarte, el Morro de Bildu. 
En las elecciones locales y forales vascas, EH Bildu hincha pecho porque aseguran no tener corruptos Euskizofrenia sigue teniendo como récord de audiencia la denuncia de la miserable actitud de la portavoz de Bildu en la Diputación de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, que durante 8 meses cobró una ayuda social mientras daba clases de Derecho en la UPV. Para cobrar, la Hacienda de Gipuzkoa tuvo que publicar en el Boletín Oficial en 2011 el importe de la deuda de casi 6.000 euros. No había forma de localizar a Larraitz Ugarte, el Morro de Bildu.
en sus filas. Es fácil no corromperse cuando apenas se ha tocado el pelo del poder. ¿Pero qué ha ocurrido cuando lo han ostentado?
EH BILDU, EL ALGUACIL DE LA BASURA
Décadas de respaldo más o menos explícito a ETA han dejado en la izquierda abertzale un poso maligno. La violencia pretendió eliminar la disidencia de los vascos que también se sienten españoles. El miedo llevó al exilio a decenas o centenares de miles de ciudadanos. Ahora, allá donde gobierna, Eh Bildu quiere controlar nuestras basuras. Han sembrado sus feudos de cubos de residuos para identificar al buen vasco que recicla frente al malo que no lo hace. Incluso han instalado cámaras de vigilancia para multar a los infractores. En municipios como Legazpi, una consulta popular de esas que tanto predican sepultó este sistema llamado Puerta a Puerta.
ETA, PRESENTE
Ana Carrere, alcaldesa de Andoain.
Y en el arranque de esta Campaña Electoral, llegó ETA y nos recordó que existe con un comunicado en el que asegura estar dispuesta a "compartir el diseño del desarme". Cualquier día de estos nos volverán a sorprender con un desarme de pacotilla como el que protagonizaron hace 15 meses. Y mientras, EH Bildu sigue poniéndose al lado de los asesinos y no de sus víctimas. En Andoain, la alcaldesa Ana Carrere no asistió esta semana al homenaje al periodista José Luis López de Lacalle asesinado por ETA hace 15 años y rechazó condenar la agresión sufrida en fiestas por un concejal del PNV. EH Bildu sigue sumergida en su propia corrupción moral.
José Luis López de Lacalle, asesinado por ETA. 
ETA no renuncia a convertirse en parte de la solución del problema que sólo crearon los propios terroristas.

domingo, 3 de mayo de 2015

¿A QUIÉN NO PUEDO VOTAR? CAPÍTULO 3º: EL PNV. FÁBRICA DE CORRUPCIÓN

     El PNV nació para gobernar Euskadi por los siglos de los siglos. No es un partido, es mucho más: un Movimiento Nacional, cantera de políticos, el Castillo de la Aristocracia Vasca, un clan familiar en el que se heredan las poltronas, el gran Txoko que intenta reunir a los mejores para repartirse varas de mando y makilas... Más de una vez he recomendado a algún joven despistado que se afilie a un partido fuerte como el PNV para solucionar su futuro. "No tienes más que esperar pacientemente a que pase el tiempo; salvo que seas un zote acabarás convirtiéndote, por lo menos, en concejal de tu pueblo". Y en este país, una concejalía puede ser el trampolín hacia el triunfo.
     He conocido unos cuantos lehendakaris en Ajuria Enea: el Duque Garaikoetxea, el Abuelo Ardanza, el Loco Ibarretxe, el Ingeniero López y Urkullu el Triste. En esta lista se coló un extraño, Patxi López, que alcanzó el trono de Vitoria gracias a la Ley de Partidos que ilegalizó a los malos. El siempre ponderado Íñigo Urkullu sintió que le habían robado la poltrona entre el PSE y el PP y acusó a López de ser un lehendakari ilegítimo. Las leyes, en Euskadi, las decide el PNV.
       El Partido Guía de los Buenos Vascos también decide quién se lleva el dinero público. Y, si hace falta
usar la imaginación para llevárselo calentito, se usa. En los 35 años que llevan al frente de las instituciones vascas, el PNV ha protagonizado los escándalos de corrupción más sonados: Caso De Miguel, Caso Epsilon, Caso Hiriko, Caso Hacienda de Irún, Caso Bidegi, Caso Azpiegitura, Caso Hacienda de Bizkaia, Caso Tragaperras, Caso Zubiaurre, Caso Jabyer Fernández, Caso Guggenheim... Enumerar los municipios vascos en los que ha habido recalificaciones ilegales o adjudicaciones fraudulentas de obra pública nos llevaría otro párrafo entero. Sin embargo, el PNV tiene un morro que se lo pisa e intenta aparecer como el partido de la decencia que se escandaliza por la corrupción de otros. Los jeltzales creen que la maldad es patrimonio de los españoles y que el pecado de robar sólo se comete al sur de Pancorbo.    
El rojigualda de Repsol te sienta tan bien. Irispress.es
     Desde 1980, el PNV ha construido un entramado institucional a su imagen y semejanza que sirve para dar de comer a miles de militantes. En Euskadi hemos llegado a tener 192 sociedades públicas en las que el Partido Guía iba colocando a sus afiliados más fieles. Nadie se queda sin pesebre en el PNV. Quien obtiene un carnet del PNV puede soñar con cobrar sin trabajar, como bien saben Íñigo Camino y Juan Cruz Nieves.
     Josu Jon Imaz fue durante décadas el modelo de político brillante del PNV del siglo XXI. Como portavoz del Gobierno Vasco, fue la cara amable del Kamikaze Ibarretxe. Llegó a ser presidente del PNV. En 2008 se metió en las puertas giratorias que unen la política y el sector privado y ahora es el consejero delegado de Repsol, que le fichó para convencer al Gobierno Vasco de que permitiese instalar una planta de coque en la fábrica de Petronor de Muskiz. Repsol le paga dos millones de euros al año para decir mentiras como éstas: que de cada litro de combustible, Repsol sólo se lleva el 1'5 por ciento de beneficio o que en el sector de las gasolineras hay libre competencia y es uno "de los más abiertos de Europa". Josu Jon Imaz, Made in PNV. Todo por la Pasta...