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domingo, 22 de noviembre de 2015

FRANCO NO HA MUERTO: A VECES LLEGA SILBANDO...

Rabanera posa para la historia.
ALFLONSO. Ministro sin cartera. 
     Dicen que Franco murió el 20 de noviembre de 1975. FALSO. Franco vive. Sus ideales fascistas le han sobrevivido. Anidan en los cerebros de los políticos profesionales que tienen más de 40 años y sueñan con apoltronarse 4 décadas como el Dictador de El Ferrol. Yo tenía 14 cuando dicen que se murió en la cama... MENTIRA. Me encuentro a Franco cada día cuando saludo a sus herederos por la calle.
     RAMÓN FRANCO RABANERA
     El viernes me encontré en el centro de Vitoria al sobrino-nieto de un tal Luis Rabanera, el líder paramilitar de los requetés carlistas de Comunión Tradicionalista que encabezó la rebelión fascista en Álava el 18 de julio de 1936. Aquel Luis Rabanera en cuya memoria aún se conserva una placa de mármol en una pared de Laguardia era el tío abuelo de Ramón Rabanera, el primer jefe de las Nuevas Generaciones de Álava y capo eterno del PP. Ramón Rabanera cogió el testigo de las ideas de Franco cuando se metió en política en 1971. 44 años después, ha dejado la poltrona del Senado después de batir el record de Franco, que siempre dijo que él no se metía en política. Rabanera le ha dado el relevo a su hijo Luis, que ya es concejal en Llodio. ¿Herederá su cortijo? Se lo va a poner difícil un tal Alfonso Alonso, el más espabilado de los peperos alaveses, cuya experiencia como Ministro de Sanidad le proviene de la
Loa al franquismo cincelada en mármol en Laguardia
habilidad que demostró cuando era alcalde de Vitoria para convertir en urbanizable una parcela de su familia en la que estaba
la Cruz Roja. Franco no ha muerto. A veces llega silbando.
      TXARLI FRANCO PRIETO
     Otro descendiente de Franco manda en el Socialismo Alavés. Se llama Txarli Prieto, que ha dejado atado y bien atado el futuro de su partido otorgándole la sucesión en la secretaría general a su novia, Cristina González. Por si fuera poco, la fiscalía sospecha que el dinero que el Ministerio de Interior daba al PSE para seguridad de sus sedes se lo llevaba calentito la empresa el Txarli Prieto. El capo sociata llegó a militar en el PCE cuando Franco murió, pero en 40 años se ha hecho franquista aunque no lo sepa. Franco no ha muerto. A veces llega silbando o se sienta en un escaño del Parlamento Vasco.
      SABINO FRANCO ARANA
      Los actuales caciques del PNV de Álava pertenecen a un partido franquista y traidor donde los haya. hace 79 años, cuando estalló la Incivil Guerra Civil, los jeltzales ya eran Maestros de la Ambigüedad y Doctores en el Arte de Nadar y Guardar la Ropa. Cito unas líneas del libro "En Tierra de Nadie-Los Nacionalistas Vascos en Álava" del historiador Santiago de Pablo: "La mayor parte de los nacionalistas alaveses abandonaron sus antiguos ideales para pasarse, más o menos convencidos e influidos en buena parte por el problema religioso y por la inestabilidad social y política reinante en la España republicana, al bando de los futuros vencedores de la guerra." (pág. 260, Editorial Ikusager). Gracias al fuero alavés y a esa traición a la democracia, los herederos de aquel PNV han conservado sus privilegios económicos y políticos. Franco no ha muerto. A veces llegan silbando como Íñigo Camino al Alderdi Eguna o como Iñaki Gerenabarrena o Alfredo de Miguel al Aberri Eguna del PNV y se comen un pintxo de morcilla en la txosna de cualquier batzoki...
Desfilando por Vitoria, Txarli Prieto, Sabino Arana y Arnaldo Otegi. 1937, ¿no?
 ARNALDO FRANCO OTEGI
       ¿Y qué decir de la izquierda abertzale? Ellos son los más directos herederos del franquismo en Álava y en el resto de Euskizofrenia. Aprendieron muy bien la lección de las cunetas en las que los fascistas enterraban a los leales a la República. Mientras ETA asesinaba a 45 personas en Álava (18 de esos crímenes siguen sin resolver), ellos pensaban que "algo habrían hecho". Daba igual que fuesen ciudadanos como el comercial de Amurrio Félix Galindez. Si eran policías nacionales o guardias civiles, se celebraba brindando con el mejor vino de la Rioja Alavesa. Franco no ha muerto. A veces llega silbando a una manifa por los presos de ETA.
     Mientras Franco vivía, mi padre nos enseñó en la cocina de casa que de política no había que hablar, que era peligroso. Yo llevo 40 años desobedeciéndole. Tampoco hago caso al viejo dicho de mi querida Montaña Alavesa, donde conservan el temor a pagar caro el delito de opinión: "que te han de conocer, chiquito"...  Que me conozcan... A veces llego silbando...

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