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domingo, 19 de mayo de 2019

EL MAROTAZO. MAROTO Y ALFLONSO, LOS REYES DEL PELOTAZO. Capítulo 3º

Alflonso. Fiestas de Vitoria. 2006. Tras el huevazo... 
No les gustará el fútbol, pero en Vitoria son los REYES DEL PELOTAZO. Alfonso Alonso y Javier Maroto han llegado tan lejos en el PP gracias a su habilidad para facilitar negocios privados con dinero público. ¿Ejemplos?: Centro Comercial Boulevard, alquiler municipal a precio leonino de un local de la calle San Antonio que benefició a Gonzalo Antón y ahora el MAROTAZO, la nueva Sede del Ayuntamiento, un regalo de al menos 12 millones de euros para una U.T.E. llamada Lepazar XXI. Para que ningún empresario se queje, detrás de Lepazar XXI están todos los que tienen que estar: Roberto Larrañaga, Josu Sánchez, Alfonso Fernández de Trocóniz, Lauren Arrizabalaga, Luis Alba, etc... Ellos representan al gran capital: Confebask, Sarkis-Lagunketa, Pérez de San Román, Giroa, Deportivo Alavés, Saski-Baskonia, Elkargi, Zikotz, Avtibask...
EL MAROTAZO
Javier Maroto, el Cid Campeador.
Como ya denunció Euskizofrenia en el capítulo 1º de EL MAROTAZO Javier Maroto firmó con Lepazar XXI un contrato privado que sólo Euskizofrenia se atrevió a publicar en el capítulo 2º de EL MAROTAZO, Josu Sánchez redactó un contrato firmado por el entonces alcalde Javier Maroto. Por si algo iba mal y no se sacaban beneficios suficientes, se incluía una cláusula leonina para la ciudadanía que establecía que en caso de pérdidas siempre estaría el ayuntamiento de Vitoria para comerse el marrón. Fruto de ello, Lepazar XXI sacó una jugosa tajada: terreno gratis para construir 555 plazas de garaje, junto a la sede del Ayuntamiento.
 En vez de hacer que el Ayuntamiento de Vitoria buscara bancos para financiar las obras de su nueva sede, siempre será mejor buscar amiguetes intermediarios que puedan enriquecerse ¿y enriquecer de paso a los cobradores de sobres del PP de la calle Génova? En un papel sin sello ni membrete municipal, se perpetró la felonía. Si dices robo en inglés, siempre queda mejor: por eso Javier Maroto se sacó de la manga en 2012 un PROJECT FINANCE.
RENTABILIDAD SALVAJE PARA LEPAZAR. NEGOCIO RUINOSO PARA VITORIA.
EL CUERPO DEL DELITO(Foto Diario de Noticias de Álava)
Lepazar XXI sacará 17 millones de euros de la venta de esas plazas, en cuya construcción se gastará unos 5 millones. GANANCIA APROXIMADA: 12 millones de euros. Un año después de la firma "clandestina" de aquel contrato en una consultora privada, sin luz ni taquígrafos, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Vitoria (que no el pleno municipal) dio por válido el documento y le pusieron sello y membrete. Gracias a ello, Lepazar XXI va a cobrar 3 millones de euros anuales durante 30 años. Una rentabilidad salvaje entre el 15 y el 17 por ciento en estos tiempos en que los intereses están por debajo de 0 patatero. Ese dinero saldrá del bolsillo de todos los contribuyentes vitorianos. La excusa para firmar el contrato es que el Ayuntamiento no tenía liquidez. ¿Y por qué no hacen como todo el mundo y se van a un banco? No: mucho mejor llenar los bolsillos de los de siempre a costa del dinero de todos.
Y LA BURBUJA INMOBILIARIA CONTINUARÁ...
En el futuro, fliparemos como cochinos jabalines, cuando veamos qué se construye junto a esas 555
plazas de garaje, en una parcela de 21.000 metros cuadrados que hay en el entorno del nuevo Ayuntamiento. También nos gustaría saber quién está pagando la obra de la vivienda de Javier Maroto en Madrid. Seguro que nos lo aclara un día de estos.
HAY TARTA PARA CASI TODOS...
Alfonso Alonso y Javier Maroto son un tandem que ya saboreó las mieles del dinero cuando en plena BURBUJA INMOBILIARIA enriquecieron al PP y a sus amiguitos levantando el BOULEVARD en Vitoria. Como los amiguitos del PNV y el PSOE también se beneficiaban, todos tan contentos. Incluso el concejal de EH Bildu Antxon Belakortu pilló cacho vendiendo a una multinacional holandesa su porción del millonario pastel. Y es que la excusa para construir aquel centro comercial es que sus promotores eran comerciantes locales. Uno de ellos era el propio Belakortu, propietario entonces de la tienda de deportes Belakortu, en la calle Francia.




























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