El CIS ha metido el miedo en el cuerpo a los socialistas vascos, que caerán en picado el 21-O. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas pronostica que el PSE obtendrá sólo 14 de los 75 escaños en el Parlamento Vasco, 11 menos que en 2009. En el camino perderá casi la mitad de sus diputados y votantes. ¿Por qué? Que ahora se pueda votar a EH Bildu influye en la debacle pero también el método stalinista utilizado por los socialistas vascos al elaborar sus candidaturas. Los críticos han desaparecido de las listas. Quienes se han movido en la foto pidiendo una regeneración o apoyando a Carme Chacón contra Rubalcaba en el último congreso del PSOE han sido laminados. En Guipuzcoa, la Consejera de Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, Gemma Zabaleta fue borrada de la lista. En Álava, Txarli Prieto confeccionó la candidatura con el dedo gordo del pie derecho y tachó de la lista los nombres de dos parlamentarios que le salieron críticos: el portavoz en la Cámara de Vitoria Óscar Rodríguez Vaz y la diputada Joana Madrigal. Para esconder la crisis interna que vive el socialismo alavés desde hace años y evitar el previsible batacazo electoral, el vizcaíno Patxi López fue elegido como cabeza de lista por Álava. Txarli Prieto figura en segundo lugar. Natalia Rojo, la hija de Javier Rojo (ex-presidente del Senado) es cuarta. Pese a que los Rojo apoyaban a Chacón, Txarli es agradecido con el patriarca del socialismo alavés, que le permitió hacerse con el control del cortijo cuando Javier Rojo se fue a Madrid. Txarli lo ha dejado todo atado y bien atado. En el puesto 13 de la lista ha colocado a su
sobrino: Jon Nogales. La dinastía de
los Rojo ya no será la única que mande en el socialismo alavés. Los Prieto se cuelan por la gatera. Entretanto, el CIS pronostica el hundimiento del buque en Álava: EH Bildu ganará en este territorio con 7 escaños, PNV y PP sacarán 6 y el PSE obtendrá sólo 5 con el 18 por ciento de los votos. En 2009 arrasó en Álava con el 31'5 por ciento de los votos y 9 escaños. Los alaveses cada vez conocen mejor a Txarli Prieto.
El CIS ha metido el miedo en el cuerpo a los socialistas vascos, que caerán en picado el 21-O. La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas pronostica que el PSE obtendrá sólo 14 de los 75 escaños en el Parlamento Vasco, 11 menos que en 2009. En el camino perderá casi la mitad de sus diputados y votantes. ¿Por qué? Que ahora se pueda votar a EH Bildu influye en la debacle pero también el método stalinista utilizado por los socialistas vascos al elaborar sus candidaturas. Los críticos han desaparecido de las listas. Quienes se han movido en la foto pidiendo una regeneración o apoyando a Carme Chacón contra Rubalcaba en el último congreso del PSOE han sido laminados. En Guipuzcoa, la Consejera de Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, Gemma Zabaleta fue borrada de la lista. En Álava, Txarli Prieto confeccionó la candidatura con el dedo gordo del pie derecho y tachó de la lista los nombres de dos parlamentarios que le salieron críticos: el portavoz en la Cámara de Vitoria Óscar Rodríguez Vaz y la diputada Joana Madrigal. Para esconder la crisis interna que vive el socialismo alavés desde hace años y evitar el previsible batacazo electoral, el vizcaíno Patxi López fue elegido como cabeza de lista por Álava. Txarli Prieto figura en segundo lugar. Natalia Rojo, la hija de Javier Rojo (ex-presidente del Senado) es cuarta. Pese a que los Rojo apoyaban a Chacón, Txarli es agradecido con el patriarca del socialismo alavés, que le permitió hacerse con el control del cortijo cuando Javier Rojo se fue a Madrid. Txarli lo ha dejado todo atado y bien atado. En el puesto 13 de la lista ha colocado a su 
sobrino: Jon Nogales. La dinastía de los Rojo ya no será la única que mande en el socialismo alavés. Los Prieto se cuelan por la gatera. Entretanto, el CIS pronostica el hundimiento del buque en Álava: EH Bildu ganará en este territorio con 7 escaños, PNV y PP sacarán 6 y el PSE obtendrá sólo 5 con el 18 por ciento de los votos. En 2009 arrasó en Álava con el 31'5 por ciento de los votos y 9 escaños. Los alaveses cada vez conocen mejor a Txarli Prieto. 
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